En general, me gustó el personaje de Emmy, ya que en todo momento notamos que es una persona con una sensibilidad distinta, que disfruta de la naturaleza, del arte y su libertad como ninguna otra. Lo que no me gustó tanto es como es tratada a lo largo de la historia. Entiendo que al tener capacidades distintas a los demás la comprendan menos y la sobreprotejan, pero en muchos momentos la tratan como si no fuera capaz de decidir sobre su propia vida. De todas formas, si tenemos en cuenta la época en la que se contextualiza el libro, esto no puede sorprendernos tanto, ser mujer y ser distinta a veces puede ser una combinación terrible.

El otro protagonista es Ashley, el joven del que ella siempre ha estado enamorada. Lo conoce desde que tiene 15 años ya que es el hermano menor de Luke, el hombre con el que se casó su hermana. Él también se siente atraído hacia ella, pero siente que sus sentimientos no son correctos, ya que, de una forma u otra, ella es como su hermana pequeña, la persona a la que le cuenta todos sus secretos. En un afán por independizarse, decide viajar a la india para formar su fortuna, dejando de lado a Emily sin mirar atrás, al menos no lo hace hasta que una tragedia lo hace volver a su hogar.

Ambos personajes son interesantes, ya que son atormentados por distintos fantasmas. Por un lado, Emily quiere independizarse, ser una mujer como todas las que la rodean, que se casan, tienen hijos, sin embargo, no quiere dejar su lado indómito, ese que la hace salir descalza a rodearse de la naturaleza y pintar cuadros como nadie más ha visto. Por otro lado, Ashley busca expurgar los fantasmas del pasado, que se crearon en el momento en que su esposa y su hijo murieron en un incendio en la casa en la que él no se encontraba. La relación y esta muerte repentina pesan sobre sus hombros y lo hacen dudar de sí mismo y sus verdaderos sentimientos.

Lo que no me gustó tanto es la forma en que se desarrolla la historia de su romance. Ambos se niegan a decir sus propias verdades y eso hace que todo sea confuso y conflictivo. Emily es completamente ingenua frente al amor que siente y Ashley todo el tiempo siente que abusa de su ingenuidad y entrega, como si no entendiera realmente si ella quiere responder a eso o no. Eso hace que ninguno sea capaz de expresar sus verdaderos sentimientos hasta muy al final, cuando ya era evidente para todos. 

A pesar de eso, el libro es bastante entretenido, tiene una intriga que nos ayuda a seguir leyendo para intentar descubrir la verdad. Además, me gusto bastante que la autora hablara de la ropa y lo que estaba de moda en la época, lo que hace bastante sencillo pintar las escenas en nuestra imaginación.