[Reseña] Chicas de papel y de fuego
“Cada año, eligen a ocho chicas hermosas que
servirán al rey como Chicas de Papel. Es el más alto honor al que pueden
aspirar… y a la vez, el más degradante. Este año hay una novena chica.
Y en lugar de papel, está hecha de fuego.
Lei pertenece a la casta de papel, la clase
más baja de Ikhara. A pesar de eso, un rumor sobre sus ojos dorados ha
despertado la curiosidad del rey; por eso, la apartan de su hogar y la llevan
al opulento palacio, una prisión dorada, y su vida queda sometida a los
caprichos del Rey Demonio.
Mientras sueña con escapar, Lei comete lo
impensable: se enamora.
Su romance prohibido, entretejido con una
trama explosiva que amenaza al mismísimo rey, va a obligar a Lei a decidir
hasta dónde está dispuesta a llegar en su lucha por la libertad.
Exótica, poética y absolutamente inolvidable,
Chicas de papel y de fuego es una historia extraordinaria que nos recuerda que
el amor puro y la pasión pueden trascender incluso el destino más desalentador.”
En estos días en los que vemos a las mujeres
luchando por sus derechos, fue el momento perfecto para terminar de leer Chicas de papel y de fuego, un libro que
habla de mujeres con sueños, que quieren cambiar su historia y la de todas las
que vendrán después de ellas. Esta es una historia de fantasía, pero que sé te
gustará o que lo odiarás por la crudeza de su realidad, porque habla de temas
tan actuales como el abuso de poder contra la mujer, el abuso sexual y la búsqueda
de algo mejor.
El libro se desarrolla en un reino que se
divide en tres castas: los de papel, que son completamente humanos y
considerados inferiores; los de acero, humanos con algunos rasgos animales o
demoniacos; y los de luna, quienes gobiernan el mundo y tienen los rasgos
demoniacos más marcados de todos.
La historia es narrada por Lei, una joven que
vive en un pequeño pueblo y trabaja con su padre, ya que su madre fue
arrebatada de su lado unos años atrás, a manos de los soldados del rey. Su vida
parece normal, pero hay algo en ella que llama la atención: es completamente
humana, pero tiene los ojos de un color ámbar tan brillante que muchos creen
que hay algo de demonio en ella. Ese mismo rasgo hace que un día la vengan a
buscar desde el castillo para llevarla a ser parte de las Chicas de papel, una tradición
en la que ocho jóvenes humanas son llevadas al rey demonio para demostrar a bondad
de este. Pero para ellas no es tan lindo.
En el castillo deben aprender distintas
disciplinas, entre ellas el arte del amor. Y deben entregarse al rey cuando
este lo solicite, incluso si ellas no lo desean. En este lugar Lei conoce un
grupo de mujeres que se vuelven su familia y en ellas puede apoyarse en los
momentos más difíciles. Lo que los demás no saben es que estas Chicas de papel también
pueden arder y quemar todo a su paso.
Una de las cosas que más me gustó fue la inspiración
en la mitología oriental, que tiene que ver con la crianza de la autora, quien creció
viviendo entre Malasia y el Reino Unido. Es por esto que en su historia se ve
la multiculturalidad de forma muy bien lograda. Por otro lado, los personajes
femeninos están bien construidos y a lo largo de la historia nos van mostrando
su crecimiento, algo que es muy lindo de ver.
Por otro lado, el romance es bastante natural,
es un amor prohibido (entre Lei y otra de las Chicas de papel) pero que tiene
mucha contención y cariño, y que también es el que enciende la llama que hace
que nuestra protagonista busque un nuevo destino, ya que ¿por qué debería
conformarse con ser la concubina del rey si lo odia y la hace miserable?
Este es un libro que no es fácil de leer,
tiene momentos muy lindos, pero la mayor parte del tiempo es una historia
triste y que produce mucha ansiedad, ya que a los ojos de la protagonista, no
hay salida a este destino tan horrible. Es un libro con mucha violencia, con
mucha injusticia, pero que también nos trae un mensaje de amor y de lucha.
Muchas gracias a Ediciones Urano por el
ejemplar.
Título: Chicas de papel y de fuego
Autor: Natasha Ngan
Editorial: Ediciones Urano / Puck
Año: 2019
1 comentarios
Me recuerda un poco a Báthory, pero solo por el carácter...
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